En las
condiciones actuales de la industria y del proceso de globalización de los
estados, y donde los sistemas de información y producción están caracterizados
por una creciente automatización, las condiciones que imponen el mercado y el
comercio internacional se traducen en la necesidad de lograr mejoras en los
estándares de productividad y en la calidad y el diseño de productos. Esto ha
traído como consecuencia que los procesos administrativos hayan rebasado el ámbito
meramente operativo de la empresa y estén, ahora más que nunca, vinculados
estrechamente con la estrategia de expansión de la misma; donde el aumento de
la productividad, eficacia y eficiencia, es determinante en la definición de
metas y en la posición de la empresa en el mercado. Esta nueva forma de
concebir la "estrategia de negocios" comprende todo lo relacionado
con la orientación y filosofía de la empresa, la que va más allá del desarrollo
de nuevas tecnología y de los avances en ingeniería de producto, y está
vinculada al perfeccionamiento de los procedimientos administrativos. En los
que ahora ya no sólo se consideran los aspectos internos de las empresas sino
también los relacionados con la visión que los clientes tiene de la misma y de
los servicios que presta.
En las
condiciones actuales el mejoramiento en las prácticas administrativas se
realiza con el objetivo de obtener resultados productivos de la más alta
calidad, tanto para ofrecer mejores mercancías como servicios integrales a los
consumidores.
Como se mencionó
en el apartado anterior, la administración se ha ido transformando dentro de
contextos económicos y sociales específicos. Ya que las modificaciones técnicas
y productivas dentro de la industria suponen a su vez nuevas formas de trabajo
y de gestión que permitan reorganizar los procesos productivos para los
requerimientos del mercado interno y del mercado externo. En la consideración
de que en adelante, la empresa será evaluada no sólo a partir de la venta del
producto o del servicio sino fundamentalmente por la atención y servicio que
proporcione al cliente.
En este sentido,
se puede afirmar que actualmente, la innovación en los procesos
administrativos, además de perseguir el adecuado manejo de los recursos
humanos, técnicos y financieros de la empresa tiene como meta la búsqueda de la
información que permita al administrador o al empresario realizar una
evaluación de los puntos débiles y de los puntos fuertes de la empresa,
derivados de las condiciones tanto internas como externas a la misma. El
conocimiento esos problemas permite establecer la estrategia y los cursos de
acción a seguir para que la empresa pueda expandirse en el mercado y consolidar
su posición en el mismo.
Dentro de las
nuevas prácticas administrativas el área de la administración de personal es de
las que más se han transformado. Esta área funcional ya no sólo se ocupa de la
descripción de puestos y la contratación de personal sino que trata de
identificar los factores esenciales de los que surgen los conflictos entre el
personal. Una vez realizado lo anterior, y con el objetivo de reducir la
rotación de personal y para que el trabajo se desarrolle dentro de un contexto
de seguridad y tranquilidad, se encarga de proponer soluciones alternativas y
adecuadas a esos conflictos. Además, trabaja en estrecha colaboración con las
áreas de relaciones industriales y de capacitación y adiestramiento del
personal, porque el eficiente funcionamiento de la empresa no sólo depende del
uso de mejores técnicas productivas sino también de contar con personal de
mayores niveles de calificación. Esto se ha traducido en la mayor contratación
de técnicos medios, personal de alta calificación y, en su conjunto, la
implementación de programas de adiestramiento y capacitación de los trabajadores
directos.
Inclusive, se
tiene una clara consideración de que los trabajadores asumen con mayor
responsabilidad los programas de capacitación y adiestramiento y el sentido de
pertenencia a una organización, no tanto por los esquemas de prestaciones e incentivos
económicos, sino en mayor medida por los incentivos de carácter psicológico que
generan el espíritu del trabajo colectivo y el sentido de pertenencia a una
organización. De tal forma que una de las tareas principales de la
administración de personal es lograr que todos los empleados,
independientemente de su rango jerárquico y de la función técnica que realicen
conozcan, comprendan y sientan que forman parte de una organización integral.
Operar de esta forma permite a los trabajadores, en un clima de seguridad,
desempeñar mejor sus funciones, cooperando y considerando el papel de los demás
trabajadores.
Los beneficios
que se obtienen de esta tendencia a colectivizar procesos operativos, técnicos
y administrativos no sólo se relacionan con el incremento en los estándares de
productividad sino que también se traducen en la adquisición de una mayor
flexibilidad dentro de la organización. Esto le permite la rápida adaptación a
las necesidades cambiantes de los clientes y al uso de nuevas tecnologías.
De esto se puede
afirmar que en las condiciones actuales, la administración de los recursos
humanos busca a través del fomento al trabajo colectivo, donde se comparta
información, recursos y planes, mejorar el funcionamiento de la organización.
Para que los bienes y servicios producidos o prestados satisfagan completamente
las exigencias de calidad y de servicio de los clientes.
Por otra parte,
y aunque los avances en el uso de redes y sistemas de información computarizada
han impactado positivamente a todas las áreas funcionales de la empresa, es
dentro del área financiera donde han tenido un mayor impacto. Volviendo más
rápidas y eficientes las actividades desarrolladas en esta área funcional.
Tanto en relativo a la elaboración de estados financieros como en la
agilización de los procesos de presupuestación y de la evaluación de la
administración financiera de la empresa en su conjunto. Con ello los tiempos
para instrumentar cambios en las políticas de planeación financiera se han
reducido notablemente.
Y si consideramos
que es en el área financiera donde se establecen en última instancia, tanto las
estrategias de comercialización -esto es, cuánto debe venderse para cubrir
necesidades de recursos de la empresa- como la correcta aplicación de los
fondos, es claro que el uso de la informática en esta área genera importantes
ahorros en tiempo y costos a las empresas.
Adicionalmente,
con las modernas prácticas de planeación y administración financiera se puede
realizar de manera más adecuada la oportuna evaluación de las alternativas de
inversión en los mercados financieros y del posible riesgo y rendimiento de las
mismas.
Cabe señalar que
el nuevo enfoque administrativo que como se puede observar vincula las
condiciones internas de la empresa con las necesidades de clientes y
proveedores, da especial atención al cuidado que la empresa debe al entorno
ecológico. Lo que hace necesario que desde el ámbito administrativo, y en
cooperación con las áreas de producción y de ingeniería de productos, se esté
buscando desarrollar procesos productivos que así como generen ganancias para
la empresa permitan la protección del medio ambiente. O bien que el impacto que
sufra, derivado de la actividad de la empresa, se el menor posible.
Esto muestra que
dentro de los planes de la empresa se está considerando la interdependencia
entre las actividades operativas-administrativas y productivas de la empresa y
el entorno ecológico en la que éstas se desarrollan. En ese sentido muchas
empresas se han dado a la tarea de integrar una serie de planes y programas
para el control de emisiones de contaminantes, que consisten tanto en la
capacitación para el manejo de desechos sólidos y líquidos hasta la instalación
de equipos de medición y muestreo, y la puesta en operación de ductos o
chimeneas anticontaminantes, según se requiera.
Lo
anterior nos permite afirmar que la ampliación de los mercados, la
modernización económica, el mejoramiento tecnológico, la investigación y el
desarrollo de nuevos productos que se da a la tarea de mejorar la calidad de
los bienes y servicios, procurando no romper el equilibrio ecológico natural,
se han traducido en una total transformación de los procesos administrativos.
Los que además de centrar su atención en la planeación y control de los
procesos operativos dentro de la empresa tienen también una importante
participación en el establecimiento de estrategias productivas, donde la
necesidad de mantener el equilibrio ecológico queda en primer plano.
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